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Entre humanos: liderando a través de vínculos transformadores

En el ejercicio de mi profesión como Psicóloga Organizacional durante aproximadamente 23 años y luego en mi ejercicio como Coach Ejecutiva desde el año 2010, he descubierto y confirmado la gran necesidad que tenemos los seres humanos de conectar con los demás, de ser aceptados y valorados. Estas necesidades no son menores en el mundo corporativo, incluso durante la pandemia del COVID, en la que el mundo entero se volcó a utilizar la tecnología. La mayoría sentíamos la necesidad de abrir las cámaras para vernos y generar calidez y sensación de cercanía en las reuniones que hacíamos, y de esa manera conectar con los miembros del equipo de manera genuina.

Por lo tanto, una de mis conclusiones durante todos estos años de trabajar como Facilitadora y Coach de procesos de desarrollo del liderazgo es que las relaciones interpersonales y la empatía son componentes clave para el éxito de un líder en cualquier organización.

Cuando trabajo con líderes en los procesos de desarrollo, aplico una herramienta de valoración a la que responden los colaboradores y pares del líder participante del programa de líderes HALCON (Hábitos de Liderazgo Consciente). El resultado de la aplicación de esta herramienta nos ha mostrado que las actitudes y comportamientos que los colaboradores, pares y compañeros más valoran en sus líderes son:

  • La empatía.
  • Flexibilidad y apertura.
  • Esfuerzo por lograr los objetivos.
  • Comunicación asertiva y transparente.
  • Coherencia que muestran en su accionar.
  • Afectuosidad que demuestran hacia los demás.
  • El otorgamiento de espacios en la que brindan:  seguridad para expresarse, tiempo de calidad, escucha y discreción que les permite ser vulnerables, sentido del humor.

Actitudes, que según Maclelland (1982) resalta como aquellas que permiten a los colaboradores de una organización u empresa sentirse libres para innovar sin trabas burocráticas.

Todo esto me ha llevado a concluir que existen 5 hábitos claves que el líder necesita incorporar dentro de su ADN:

Fomentar la empatía: Un hábito clave para lograrlo es interesarse por escuchar, entender y validar las opiniones, perspectivas, preocupaciones y necesidades del equipo de trabajo. Hace poco, un colaborador expresaba: “Me desautoriza constantemente delante de mis colaboradores” y “Desacredita mis opiniones”.

No se trata de estar de acuerdo o no, sino de mostrar que su necesidad o mirada de las situaciones es válida, aunque en ese momento su idea no pueda ser implementada o su necesidad no pueda ser resuelta. Aunque para ti "no sea lógico", para él/ella, lo es.

• Promover conversaciones abiertas y transparentes: El verdadero líder no le teme a abrir conversaciones sobre ningún tema. Me he dado cuenta de que algunos líderes le temen a conversar sobre salarios, oportunidades de desarrollo, o no les gusta escuchar que el colaborador le plantee necesidades de tipo “pedidos”, ya que algunas creencias limitantes sobre esto son: “si menciona estos temas es que tiene tendencias sindicalistas”. Habituarse a generar espacios de conversaciones difíciles favorece un ambiente psicológicamente seguro, en el que las personas perciben la autenticidad, transparencia y credibilidad de su líder. Confían en que pueden abordar cualquier tema, que su líder los escuchará sin juicios y que algunos temas los podrá resolver y otros no, pero el hecho de sentirse escuchados, validados y atendidos es suficiente para sentirse valorados. Una de las tareas que llevan al éxito la misión de todo líder es construir relaciones más sólidas con sus equipos, mostrar su auténtico yo y ser transparentes sobre sus propias experiencias y desafíos.

·       Generar espacios para el desarrollo personal y profesional: “No me permite espacios para participar en las capacitaciones y entrenamientos que la empresa organiza” … así se expresó un colaborador de su líder que sentía este acto como bullying laboral.  Un líder necesita creer en el potencial de las personas que lidera, en caso contrario, mi recomendación será siempre “no la tengas, toma una decisión”, pero coartarle el desarrollo a una persona hará que se mantenga una relación laboral tóxica, en la que ambos se hacen daño. Cuando un líder promueve que su colaborador sea mejor y prospere tanto en lo laboral como en lo personal, y logra dejar huella en la memoria de su gente, facilitando espacios para que transformen su vida, se convierte en un líder con el que todos queremos trabajar. 

Definitivamente un líder que se enfoca en generar equilibrio entre su orientación a los resultados y orientación a sus relaciones logra un incremento en la moral y autoestima de su equipo, y como consecuencia la productividad y la retención del talento, se dan por añadidura.

 

Ximena Silva Rodríguez
Socia Consultora