A finales del año pasado tuve la oportunidad de asistir a un conversatorio con Simon Sinek (Start With Why; The Infinite Game), y al inicio de su intervención Simon decía que las personas que van a las universidades son instruidas para que sean exitosas y no para alcanzar gozo y realización en el desarrollo de la actividad productiva de la que se ocuparán al ingresar al mundo laboral. Podemos entonces tener trabajos que nos reporten importantes ingresos económicos, en los que estamos a cargo de equipos de personas, con muchas responsabilidades, o quizás ser miembros de equipo en proyectos clave para la organización, y en simultáneo no albergar en nuestro corazón un sentido de dicha y disfrute derivado del trabajo que hacemos.

El inicio de año es el punto en que muchas personas comienzan, por diversas razones, la búsqueda de un nuevo trabajo y si tú eres una de ellas, en línea con lo que le escuché a Simon, te propongo desempolvar el Mapa de Sueños (también puede ser la Rueda de la Vida) que hiciste en algún taller de crecimiento de esos a los que nos convocan muchas veces y visualices en dónde estás ahora y cómo esto se relaciona con tu actividad laboral y la búsqueda de oportunidades que vas a empezar: ¿De qué manera ese trabajo soñado te brindará alegría y motivación? ¿Cómo contribuirá a que seas un ser humano pleno que tiene interacciones sanas con otras personas? ¿En qué industria o sector te ves contribuyendo con lo que haces al bienestar y realización de otros? ¿Cuáles son los requisitos de ese nuevo trabajo para que se integre satisfactoriamente con las otras dimensiones de tu vida? ¿Cómo describes ese trabajo significativo que aporta sentido a tu vida?

En un entretenido video del portal theschooloflife.com el narrador señala que hay tres aspectos que impregnan de sentido el trabajo al que dedicamos nuestro tiempo y energía:

Que el trabajo aproveche las partes más sinceras, profundas y talentosas de cada persona; de forma que cada uno pueda elevar sus talentos a través del servicio a otros, de la tecnología, de la enseñanza, de las finanzas, la investigación, lo que sea que conecte más profundo con nuestro ser.

Algo que en distintos aspectos ayude a otros, que solucione problemas, que aporte a la humanidad (esto me suena muy Ikigai).

Que ese actividad, día a día, tenga un impacto en otros. Desafiante, ¿cierto?

La búsqueda de un nuevo empleo o actividad productiva va más allá del dinero con el que seremos compensados. Para las personas que están en el mundo laboral y empresarial, el 85% del tiempo de vigilia, es decir el tiempo en el que estamos despiertos, gira alrededor del trabajo. Así que, si nuestra jornada laboral transcurre de una manera grata, desafiante, que pone nuestra mente y corazón en acción, probablemente nuestro sentimiento general de alegría y bienestar será óptimo.

Enriquece tu búsqueda de esa nueva actividad laboral con el ingrediente clave de que sea tu trabajo ideal, de que serás más tú al desarrollar eso que harás y aportarás de manera única al equipo que tengas la fortuna de liderar o de ser miembro.

Reina Torres Marin

Coach Consultora